El frasco de la calma de Maria Montessori

Alventus

Los niños y niñas se enfrentan en ocasiones a períodos de nervios, alteración e incluso, a veces, de agresividad. Esto provoca en familias, docentes y otras personas a su cargo una búsqueda de recursos con los que poder ayudarles a superar esos momentos de la forma más adecuada posible. Hoy queremos hablaros del frasco de la calma de Maria Montessori. Un utensilio que puedes hacer tú mismo, barato y muy práctico para que los y las peques encuentren la calma.

Metodología Montessori: participación y libertad

Seguro que ya has oído hablar del método Montessori para la educación. Una pedagogía basada, principalmente, en la búsqueda activa por parte de los niños y niñas de su desarrollo personal y sus habilidades. Su creadora, la maestra, filósofa, pedagoga y primera mujer italiana en conseguir doctorarse en medicina, Maria Montessori, consideraba que la educación ha de basarse en la libertad, el respeto y la responsabilidad. Todo ello a través de la creación de un ambiente propicio para conjugar dichos valores en sociedad, poniendo especial atención a la etapa de los seis primeros años de vida de los peques, momento en el que su mente absorbe el aprendizaje de lo que ven a su alrededor como en ninguna otra etapa de la infancia.

«Sembrad en los niños ideas buenas, aunque no las entiendan; los años se encargarán de descifrarlas en su entendimiento y de hacerlas florecer en su corazón» decía Maria Montessori. Y está claro que algo de su metodología funciona cuando escuelas de todo el mundo se han decantado por este tipo de enseñanza.

El éxito del método reside, sobre todo, en los materiales que se utilizan y en cómo están repartidos en el ambiente elegido para la educación. Así, un guía Montessori (que es como se llama a los y las profes que desempeñan su labor educativa a través de estos procedimientos) se encargará de acercar al alumnado los objetos que tienen cerca, enseñarles cómo utilizarlos para, posteriormente, darles libertad en el tipo de actividad elegida y el tiempo empleado en ella. De este modo, según Montessori, se genera en niños y niñas una autonomía y una libertad necesarias para la elección de actividades provechosas para el futuro y el desarrollo personal y social.

Cómo hacer tu propio frasco de la calma

De entre los muchos recursos y materiales que ofrece la metodología Montessori, nos quedamos esta vez con el frasco de la calma, bote de la calma o de la paz o bote mágico. Una herramienta enfocada a ayudar a niños y niñas en un momento de nerviosismo a canalizar sus emociones y entender los estados de alteración como algo que pasa, que puede observarse con calma y a lo que se le puede encontrar solución fácilmente.

El frasco de la calma es un bote lleno de elementos líquidos y otros que flotan cuya observación ayuda a la meditación y la relajación. Y aunque aquí lo recomendemos hoy para niños y niñas, tiene el mismo efecto en personas adultas. Cuando nos enfrentemos a un momento de nervios, bastará con sujetar el bote, moverlo de arriba hacia abajo y mirar cómo la purpurina en su interior se mueve, primero más rápido y luego va lentamente bajando el ritmo. Le podemos explicar a los peques que es lo mismo que ocurre con sus sentimientos o emociones: se agitan en un momento dado, pero basta un momento de pausa y observación para que vayan a menos.

Tenedlo siempre en casa o en clase y usadlo cada vez que lo necesitéis. Además, ¡es un adorno bien bonito!

¿Qué necesitas para hacer un bote de la calma como los de Maria Montessori?

  • Un bote trasparente de plástico o cristal (aunque el cristal puede ser más pesado y peligroso).
  • Pegamento trasparente escolar o cola.
  • Purpurinas de diferentes colores y tamaños. Puedes echar tanta como quieras y escoger de la más finita hasta la que tiene formas de diferentes figuras como las estrellas.
  • Agua templada.
  • Colorante alimentario.

Llena el bote hasta la mitad de agua templada y comienza a añadir la purpurina, el pegamento y el colorante. Ve mezclando mientras los echas. Cuando lo tengas todo dentro, termina de rellenar el bote con agua. Ponle la tapa y vuelve a moverlo. Verás cómo el movimiento del agua y los colores del interior te deja atrapado 🙂

El frasco de la calma

Te dejamos este vídeo para que veáis lo fácil que es fabricar en casa tu propio frasco de la calma. Recuerda que puedes hacerlo de los colores que quieras y que te será muy útil para niños o niñas nerviosos o en un momento de crisis.

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