Campamentos Intensivos ¿sí? ¿no?

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¿Cuál es la mejor forma para desarrollar la autonomía? ¿Sabemos cómo podemos ayudar a nuestros hij@s, ya sean niñ@s o adolescentes, a evolucionar y crecer? ¿Podría ser gracias a nuestra ausencia? No cabe duda que enviarles a un campamento intensivo fomenta todo esto.

Pero debe ser un campamento intensivo, lo que significa que duerme fuera de casa y durante esos días será un ser individual e independiente dentro del control y la seguridad que nos aporta como padres y madres un equipo de monitores.

Muchas veces concedemos gran importancia a ocupar el tiempo libre de nuestros pequeños con actividades lúdicas y educativas. Durante el tiempo escolar hay mil formas de hacerlo que nos pueden parecer más o menos apropiadas dependiendo de las vertientes que deseemos desarrollen; pero sin duda en las épocas en las que disponen de vacaciones se observa una clara distinción en la capacidad resolutiva que poseen los adultos que en su infancia disfrutaron de campamentos en los que dormían fuera.

En un campamento el peque encuentra objetivos y metas similares a los integrantes del nuevo grupo del que se siente parte integrante ya que en esos días de disfrute crea lazos con otras personas ajenas a su mundo habitual, fuera del entorno familiar y mucho más intensas que las relaciones sociales que se pueden entablar en cualquier actividad de horas de duración.

De este modo y sin él ser consciente pone en activo unas habilidades sociales que nunca se habría visto obligado a recurrir en un ámbito urbano, en el cuál no tiene una sensación de ausencia, por instantes, de la figura de su tutor legal y esto alimenta su pensamiento crítico, se muestra ante los demás tal y como él desea que los demás le vean sin condicionantes y por ello comienza a desarrollar una personalidad propia.

En cualquier campamento el niño debe enfrentarse a contratiempos que deberá resolver por él mismo, y también a la responsabilidad de limpiar y cuidar no solo el entorno donde se desarrolla la actividad sino de su propio cuerpo, él mismo, tanto por fuera como por dentro.

Por todo esto el desarrollo de su autonomía personal se nota claramente en varios puntos ya mencionados que esquemáticamente podríamos resumir en:

    • Desarrollar la empatía.
    • Desarrollo de las habilidades sociales.
    • Mejorar su capacidad de resolutiva.
    • Aumenta su capacidad crítica.
    • Consolidar sus hábitos alimenticios y de higiene.

Por ello consideramos una opción muy apropiada disfrutar de los campamentos desde temprana edad hasta la madurez; ya que dependiendo de la etapa en la que se encuentren estos objetivos se desarrollarán de una forma adaptada al momento actual en el que se encuentre él/ella como individuo.

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