Según Jorge Barudin y Maryorie Dantagnan, los buenos tratos a la infancia es la capacidad de madres y padres para responder correctamente a las necesidades infantiles de cuidado, protección, educación, respeto, empatía y apoyo. («Los buenos tratos a la infancia: Parentalidad, apego y resiliencia» Editorial Gedisa)
Tenemos, como padres, que plantearnos si estamos dando buenos tratos a nuestros hijos evaluando si respondemos a las necesidades que antes he mencionado. No podemos dejar que nuestros problemas profesionales o sentimentales afecten a esta responsabilidad.
La importancia de los buenos tratos.
Los buenos tratos a la infancia no solo afectan al desarrollo de nuestros hijos, sino a la sociedad en general. Los niños que tienen cubiertas las necesidades a las que se refieren los buenos tratos, son niños que tienen muchas más posibilidades de llegar a ser adultos felices y sanos (física, pero sobre todo mentalmente), con una ética que les permita establecer relaciones de pareja, parentales, familiares y sociales basadas en modelos de buenos tratos hacia si mismos y hacia los demás.
Teniendo en cuenta todo lo anterior nuestra responsabilidad al convertirnos en padres no es pequeña. No solo somos responsables de nuestros hijos individualmente, sino que podemos aportar un importantísimo granito de arena para la construcción de una sociedad futura más sana socialmente hablando. Sociedad en la que vivirán nuestros hijos y nuestros nietos.