Las artes marciales tienen como objetivo crear en niños y niñas un sentido de la disciplina y la concentración que les ayudará en su vida diaria de una forma mucho más notable de lo que podemos imaginarnos. Lejos de ser actividades violentas, las artes marciales fomentan valores como la superación personal y colaboran en el desarrollo físico y psíquico de las personas en edad infantil. ¿Has pensado en las actividades extraescolares de judo, taekwondo y karate?
Artes Marciales en los niños: autoestima y concentración.
Como cualquier actividad física, el judo, el deporte o el karate son actividades que sirven al correcto desarrollo físico y a la coordinación psicomotriz de los niños y las niñas en edad de crecimiento. La precisión de algunos movimientos en deportes como el karate, supone una mejora también en su sentido del equilibrio. Desarrollarán un físico saludable con el que moverse de forma ligera y estarán tonificados y flexibles.
Uno de los pilares de las artes marciales es la defensa personal. Y aunque esto puede provocar el rechazo de muchas familias hacia estos deportes, en sus métodos está, por encima de todo, inculcar el respeto hacia sí mismos y las personas que les rodean. La disciplina que requiere practicar un arte marcial les dota de un gran sentido de la tolerancia gracias a la figura del maestro; alguien que les ayudará a entender lo que hacen como una actividad que incorporará valores nuevos en su día a día.
Para ser un buen artista marcial es necesario un alto grado de concentración. Con el karate, el judo o el taekwondo aprenderán la importancia de tomar aire y no actuar por impulsos. Ese desarrollo de la concentración podrán ponerlo en práctica en tareas cotidianas como estar en clase o hacer los deberes en casa. Además, la superación y la perseverancia de las artes marciales darán los niños y niñas que las practiquen un alto grado de autoestima que les servirá para ser constantes y tener seguridad en la obtención de sus metas a lo largo de su vida.