¿Habéis oído hablar de la inteligencia emocional? Se trata de la capacidad de los seres humanos para conocer y controlar las emociones. Una capacidad que necesita ser aprendida y puesta en práctica para poder desarrollarla de una forma productiva a lo largo de toda nuestra vida. Por ello es importante empezar desde una edad temprana para crear herramientas con las que entender las emociones.
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5 Claves para Educar a los Niños en la Inteligencia Emocional
La inteligencia emocional nos ayuda a ser conscientes de nuestras emociones, aprender a controlarlas, respetarlas, entenderlas y así ser capaces de comprender las de los demás. Ser dueños de nuestros sentimientos es básico para podernos desarrollar como personas sin dificultad y, sobre todo, sin sufrimiento. Pero ¿cómo podemos educar a los niños en la inteligencia emocional? Os damos algunas claves.
1. Poner nombre a las emociones
Cuando los niños empiezan a experimentar sentimientos ante determinadas situaciones es fundamental enseñarles a reconocer de qué sentimientos se trata, a saber nombrarlos y a entender qué es lo que los provoca. Es muy importante que niños y niñas entiendan el verdadero significado de estar triste, alegre, cansado, ansioso o enfadado. Así ayudaremos a resolver los posibles conflictos que les generen esas emociones.
2. Aprender a comunicar
Y no sólo es necesario que aprendan a reconocer qué eso que les pasa; igual de importante es que aprendan a expresarlo. Para ello hemos de enseñarles que es normal sentirse de una forma u otra y que no hay por qué ocultarlo. No te escondas cuando algo te haya hecho llorar porque así aprenderán que la tristeza es un sentimiento vergonzoso que hay que esconder del resto de la gente. Comunicarse es el primer paso para aprender a manejar las emociones.
3. Aprender a escuchar
La inteligencia emocional nos ayuda, como decíamos, a saber entender también cómo se sienten los demás. Trasmitir a los niños el valor de la escucha será útil no sólo para servir de apoyo a las personas que les rodean, sino para aprender que hay muchas formas de sentirse o de valorar lo que nos ocurre. Sólo así sabrán interpretar diferentes emociones y enfrentarse a ellas en el futuro.
4. Motivación
La vida son metas que ir alcanzando. Si a los niños y niñas les trasmitimos este mensaje aprenderán a marcarse sus propias metas, conocer sus límites y buscar motivaciones propias que les hagan felices. Para ello se hace necesario trabajar sobre el valor de la autoestima y el control de los impulsos. Saber qué quieren, analizar por qué y tener claro que no todo vale para conseguirlo.
5. Saber decir no
Nos preocupa tanto la educación desde el punto de vista de las normas, la disciplina y el saber estar, que nos olvidamos de cosas tan importantes como enseñar a los y las más pequeños aprender a decir no. Igual que es importante buscar nuestros límites y respetarlos para ser felices, hay que buscar los de los demás en las relaciones personales. Recordad que respetar no es sinónimo de complacer.